Épocas atrás, cuando uno se dedicaba a exigirse como proyecto de hombre de bien, era lógico que mis miras y mis horizontes se pusieran a tiro por mucho tiempo que quedara para llegar a ser lo que fuera. Es decir, mis metas eran a larga distancia y el tiempo en conseguirlas no importaba. Quería estudiar y ser Médico, y eso lo pensaba con 16 años. Quería encontrar un amor para toda la vida y formar una familia con muchos niños. Tener una casa inmensa con una mesa grande donde poder recibir a mis hijos y sus familias. Quería tener una casa en la playa para ir en invierno y pasear por ella buscando los rayos de sol… ESO ES LO QUE QUERÍA.
Pero después de años de búsquedas y descubrimientos, de luchas y momentos de paz, de borrones y de cuentas nuevas, he llegado a la conclusión que PENSAR EN EL TIEMPO ES UNA PÉRDIDA DE TIEMPO.
Las personas que son como yo, esas que cuando empieza una nueva semana ya saben lo que harán la próxima, viven incesantemente en un bucle continuo de nuevas ideas para mañana. Y después de tantos años de reconstrucciones de camino me he parado a pensar en el manido refrán de “porqué dejar para mañana lo que puedas hacer hoy…” Asi nos pasamos la vida pensando en lo que construiremos cuando lleguen los momentos aun sin tener los materiales reales para forjar lo que podrá ser nuestra leyenda.
Que va. Así perdemos esencia. Perdemos ese motor de arranque con explosión incluida. Una idea, un momento, una palabra, en definitiva UNA DECISIÓN… eso tiene que nacer del corazón y en el momento, porque si lo piensas se transforma. Y todo lo que se piensa pasa por las manos del tiempo y, como bien sabemos, el tiempo pinta la vida tirando a color de otoño.
Yo quiero ser feliz hoy. Y si lo soy hoy estoy convencido que lo seré mañana. Y también estoy convencido que lo serán las personas que comparten mi vida hoy y mañana. Porque HOY es el principio de nuestra historia y asi todos los días. Porque si hoy planto un árbol, seré feliz. Pero también lo seré mañana cuando tenga que regarlo. Y asi todos los días. Pero si no lo riego dentro de un mes no habrá árbol que pueda darme sombra. Asi seremos felices todos los días desde hoy cuando decidamos regarlo. Porqué dejar para la semana que viene esa semilla en la tierra? Porque ser feliz mas adelante? Quiero serlo hoy, asi que iré por la semilla ahora mismo. Me entendéis?
Digo que pensar en el tiempo es una pérdida de tiempo porque asi no vivimos lo que hacemos hoy. Ya sé que hay cosas que llevan su periodo de afianzamiento y construcción, pero esos momentos de creación son el camino que llevan al culmen final y yo no conozco a nadie que no haya salivado mientras cocina antes de comerse un buen plato. Quiero decir con esto que hay que disfrutar cada uno de los peldaños de la escalera para poder ver el mundo desde arriba.
Desde la tranquilidad mas absoluta y desde la armonía mas real, aunque en ocasiones amenacen los dragones de los tiempos muertos, quiero dejar constancia y en herencia la rotundidad de vivir sin pensar en mañana. Soñar es otra cosa, eh? Eso está permitido en cada momento que surja. Pero siempre sabiendo que lo que hagamos hoy será el principio de mañana. Y yo me niego a vivir levitando teniendo la posibilidad de pisar firme donde quiere que esté la tierra.
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| La felicidad es un camino, no un destino Robin S, Sharma |
