A todos vosotros que estáis ahí. A los que, de alguna manera, os preocupáis por mi vida profesional y mi manera de entenderla. A los que siempre me mostráis vuestro afecto desde vuestra individualidad más aparente. A los que me llenan de ganas de seguir cantando. A todos vosotros y por vosotros, este mensaje sincero y sin exclusiones:
La vida de un Artista no es fácil. Es grata si se trabaja. Es emocionante si hay salud mental. Es inquietante si hay proyectos. Es Maravillosa cuando es esperada. Es única porque hace sentir fuera de los parámetros cotidianos de la vida. Porque se canta, se actúa y se derrama en los corazones de los demás. Porque nuestro día a día es tan normal como el vuestro pero sobre las tablas vosotros hacéis que nos sintamos seres extraordinarios. Porque he de decir que es un privilegio formar parte de momentos importantes de la vida de los demás incluso sin conoceros.
Porque nuestra notoriedad es gracias a vosotros. Dios nos da la fuerza para ser “causantes de emociones” con nuestras habilidades artísticas. Pero sin vosotros no seriamos más que simple paso del viento. Porque para expresar hay que ser escuchado y sin vuestra sensibilidad nuestros rincones de luz quedarían sombríos. Porque el poder de hacer sentir está en la piel y en la emoción del que la recibe. Y yo me di cuenta, hace mucho, que sin emoción no existe el arte. Por lo cual el momento más especial para un Artista es cuando los 5 sentidos del que te espera están prestando la atención más absoluta. Es por tanto que nuestra única obligación y compromiso, como profesionales, es intentar que se pare vuestro tiempo cuando somos el foco de vuestras emociones.
Quiero deciros dos cosas:
La primera es que asumo la responsabilidad de ser un “profesional de parar el tiempo”. Que necesito de este aire porque mi maquinaria funciona si así me puedo expresar. Que no cejaré en el empeño de ser útil si hablamos en cuestiones de emocionar haciendo mi trabajo. Que estaré siempre que se me requiera para cantar y que uno de los mayores motivos que tengo, como trabajador de la música, sois vosotros.
Y la segunda es agradeceros todo lo que me dais. Vuestro respeto en primer lugar. Como persona y como Artista. Vuestro apoyo condicional e incondicional en segundo lugar. Entiendo que en ocasiones no podamos navegar juntos por cualquier motivo que nos depara la vida. Pero siempre os siento cerca. Y en tercer lugar la fe que tenéis depositado en mí. Por cómo hago mi trabajo, por cómo procuro cuidar la manera de emocionar trabajando y, sobre todo, por confiar en mí.
Os pido disculpas si en algún momento no he llegado a cumplir vuestras expectativas con el ánimo de resarcirme y haceros sentir grandes en emoción. Y os deseo un año lleno de buenas voluntades, ideas llenas de construcción, humildad infinita, sosiego para los huracanes de la vida y salud mental para poder caminar firmes y erguidos sin miedo a nada.
Felices fiesta y feliz Año… siempre lleno de Música
Alejandro Vega
